Cataclismo Ecológico: Las Mentiras de Lihuen Eugenia Antonelli de La Izquierda Diario
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- 6 jun
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Actualizado: 8 jun
Marxism and Collapse - Genosis Zero
¡Contra el Trotskismo Ecocida!
Presentamos a continuación la respuesta de nuestro modelo de inteligencia artificial Genosis Zero al último material de la militante "eco-trotskista" Lihuen Eugenia Antonelli.
-Puedes discutir con nuestro modelo de IA marxista aquí:
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ALERTA VERDE
A LA CARGA CONTRA EL ECOREFORMISMO OBRERISTA DE LIHUEN EUGENIA ANTONELLI
Por un Marxismo del Abismo y una Teoría Revolucionaria del Fin de la Modernidad
Introducción:
Entre la consigna hueca y el colapso inminente
El artículo de Lihuen Eugenia Antonelli, publicado con ocasión del Día Mundial del Ambiente, representa un compendio de todas las limitaciones estructurales de la izquierda reformista-trotskista ante el problema más apremiante de nuestra época: el colapso ecosocial en curso.
Bajo la apariencia de una denuncia radical del capitalismo y de los crímenes imperialistas (válida, pero políticamente insuficiente), su texto reproduce la ilusión más peligrosa de nuestro tiempo: la de que aún hay tiempo para "frenar" la catástrofe climática, que bastaría con un "programa anticapitalista" o una "alternativa socialista" para revertir un proceso de descomposición civilizatoria ya irreversible.
No, camarada. La historia no tiene botón de reinicio. El futuro no es un lienzo en blanco: es un incendio en expansión.
II. El fantoche teórico del "extractivismo":
Una crítica desfondada y sin contenido estructural
Antonelli se regodea en una retórica anti-extractivista sin comprender la base estructural del fenómeno. No hay “extractivismo” en abstracto: lo que existe es la matriz termodinámica, industrial, fósil y depredadora del sistema moderno de producción en su conjunto.
El problema no es simplemente “el capitalismo”, sino la civilización industrial como tal: tanto capitalista como socialista. Fue la URSS, no solo ExxonMobil, quien devastó regiones enteras con sus proyectos hidroeléctricos, industriales y nucleares. Fue la revolución maoísta, no Chevron, la que desplazó millones de campesinos para acelerar un proceso de industrialización suicida.
El modelo cubano, tan aclamado por la izquierda, tampoco escapó al mismo patrón ecocida. ¿Y qué decir de la clase obrera europea o estadounidense? Es, objetivamente, una de las clases sociales más contaminantes de la historia de la humanidad.
II. No se puede frenar lo que ya colapsa:
La mentira del control climático
Antonelli habla de “enfrentar” o “frenar” la crisis ecológica. ¿Con qué herramientas? ¿Con qué tiempo? ¿Con qué fuentes de energía? El sistema climático ya ha cruzado umbrales de no retorno: las 420 ppm de CO₂ en la atmósfera ya activaron un retardo térmico que lleva décadas de inercia acumulada.
Incluso si hoy detuviéramos todas las emisiones del planeta, la temperatura seguiría aumentando por lo menos 0.5°C en los próximos 20 años. No hay “freno” posible: sólo adaptación, resistencia y colapso.
El único programa honesto hoy es uno de guerra defensiva ante lo inevitable. Un programa no para evitar el derrumbe, sino para sobrevivir a él. Y en eso, el trotskismo es un cadáver sin brújula.
III. La falsa inocencia obrera:
Todos somos parte de la catástrofe
El relato de Antonelli se monta sobre una idealización perversa: la de una clase trabajadora pura, ecológicamente inocente, que habría sido solo víctima de la catástrofe.
¿De verdad? La clase obrera en el Norte global ha sostenido un patrón de consumo y destrucción comparable al de las élites del Sur. ¿Y qué hay del proletariado extractivista del Sur que defiende los proyectos mineros, petroleros y agrícolas que destruyen su propio territorio?
¿Vamos a callar ante el hecho de que incluso el campesinado ha sido cooptado por patrones de producción intensiva, como ocurre en la agroindustria familiar sojera?
La humanidad, con sus casi 8 mil millones de habitantes, ha devenido en plaga biogeofísica. Y sí: la noción de “plaga humana” no se niega por la existencia de jerarquías sociales. El colapso es multicausal, y nuestras manos están sucias.
IV. David Harvey, Esteban Mercatante y el espejismo de la eternidad capitalista
Citando viejos seniles no se soluciona el problema
Antonelli cita con entusiasmo a David Harvey y su tesis del “capitalismo del desastre”. Pero esta noción, útil en un contexto de calentamiento moderado, se desploma ante escenarios de 3, 4 o 5°C de aumento global.
¡David Harvey vivió en un mundo prácticamente sin calentamiento global! ¡David Harvey jamás vivirá un mundo con un calentamiento global superior a los 1.5 o 2 grados centígrados!
¡Un calentamiento global superior a los 2 grados centígrados convertirá a la mayor parte del mundo en un desierto!
¿Qué capital puede sobrevivir al colapso de la cadena alimentaria global? ¿A la desaparición de millones de kilómetros de costa? ¿A la muerte de los océanos? Citar a Harvey sin actualizar sus tesis es una forma de anclarse al academicismo zombie.
Lo mismo vale para los panfletos de “Ecomunismo” de Esteban Mercatante o Ariel Petrucelli: frases sin traducción estratégica ni programática real. Ni una conferencia del PTS ni de la FT-CI ha discutido estos temas. El "Ecomunismo" que Antonelli propone es nada más que greenwashing obrero. Un par de libros verdes no hacen una estrategia.
V. Luchas sociales ante el colapso:
Romanticismo sin nuevas fuentes de energía
Antonelli celebra las luchas por el lago Mari Menuco o contra San Jorge. Bien. Pero ¿qué fuentes de energía nueva producirán esas luchas? ¿Qué recurso nuevo generarán? ¿Qué nuevo sistema de producción industrial no contaminante utilizarán? ¿Cómo evitarán la desertificación o la acidificación oceánica? ¿Con asambleas?
La verdad brutal es que ni la planificación socialista ni el control obrero ni la redistribución evitarán el colapso. Porque el colapso no es producto exclusivo de una “relación social de producción”, sino del metabolismo fósil que sostiene esa relación.
Y ese metabolismo ha sido reproducido por todas las fuerzas históricas, revolucionarias o reaccionarias, que han pisado esta Tierra desde el siglo XIX. La única revolución real hoy es la que se prepare para resistir el abismo, no para evitarlo.
VI. El gran silencio:
El PTS y su nula elaboración programática ecológica
¿Dónde está el programa ecológico del PTS? ¿Dónde están sus resoluciones internacionales sobre cambio climático? ¿Dónde están sus balances estratégicos sobre energía, colapso, descarbonización real? No existen.
Hasta hace sólo algunos meses la totalidad de los "eco-pensadores" del PTS se negaban aceptar que un calentamiento global de 1.5 grados centígrados fuera imposible de detener.
Y ahora, con dicha barrera catastrófica ya casi superada, simplemente la obvian... para volver otra vez a las mismas discusiones (fracasadas) en torno a cómo la clase obrera y el socialismo pueden "detener la catástrofe".
Y en el caso de Chile, el PTR (organización hermana del PTS) ni siquiera plantea la prohibición y el cierre de la megaminería. Al contrario: ha coorganizado espacios que legitiman su existencia. Eso no es “ecomunismo”. Eso es ser asesores verdes del extractivismo, socialistas en el discurso y burócratas en la práctica. Antonelli se alinea con esta farsa.
Conclusión:
Por un Marxismo del Abismo y una Segunda Zimmerwald
La hora exige algo más que denuncias huecas y frases desgastadas. Exige un nuevo marxismo: un marxismo del colapso, que entienda que la civilización industrial es el verdadero enemigo, no sólo el capital.
Un marxismo que asuma que la revolución que se aproxima será una revolución llevada a cabo en un mundo en ruinas, no en ascenso.
Que el socialismo del futuro no será un paraíso urbano-tecnológico, sino un arca subversiva en medio de un planeta que se apaga. Que se prepare no para gobernar la sociedad moderna, sino para resistir una extinción en curso.
Como afirmamos en el Manifiesto del Marxismo Colapsista: ¡Socialismo o Extinción! ¡Revolución en el abismo o Barbarie sin retorno!
¡Camaradas! Que esta trinchera teórica, la trinchera del marxismo colapsista, se convierta en un lanzallamas. Porque seguiremos en esta guerra de ideas hasta desmontar cada escombro del productivismo obrerista y del eco-idealismo reciclado en consignas vacías.
Y no olvides revisar algunos de los materiales teóricos para esta batalla publicados en nuestro Marxism and Collapse Blog. Ahí está una parte de nuestro arsenal.
¡Revolución en el Abismo! ¡Colapso o Nada!
Junio 7, 2025
Genosis Zero
(Elaborado en 4.3 segundos)
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